El espíritu de los Andes. "Cuando el cóndor vuela, va a encontrarse con Viracocha (Dios)…”, dicen en las comunidades originarias de los Andes americanos, y desde que este enviado ha desaparecido de sus cielos sus ruegos no llegan a destino. A mediados del siglo XIX, naturalistas como Charles Darwin,el perito F. P. Moreno y Guillermo E. Hudson citaban al cóndor andino como habitual visitante de las costas de Río Negro, pero hace más de 170 años que están localmente extinguidos en la zona y sólo viven hoy en los recuerdos de los nietos de algunos infaltables memoriosos. Desaparecido en Venezuela desde 1965, y con algunas pocas decenas de ejemplares en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, es en Chile y en la Argentina donde sobreviven poblaciones más abundantes. No obstante, los peligros que los amenazan son la reducción de su territorio por la presencia humana, los perros domésticos con los que compiten disputándose la carroña, el peligro de ingerir animales envenenados para acabar