Habana trip.

 Habana Trip (Octubre 2023)

Cuando un fotógrafo llega a un lugar o a una ciudad por primera vez no puede frenar la pulsión de fotografiar a diestra y siniestra alocadamente. Todo es nuevo y distinto a su lugar de pertenencia y todo ha de ser fotografiado meticulosamente: tener un registro personal, una mirada propia y pegar a un papel un sinnúmero de sensaciones.

Después de unas horas la adrenalina baja y se empieza a mirar y ver con más atención.

Eso me sucedió en La Habana, Cuba, en la semana de vacaciones a fines de octubre de 2023.

Esto no pretende ser un trabajo documental. Tendría que haber estado más de los 7 días de que disponía y muchos más para tener una mirada más global de la realidad.

No es más que la mirada de un turista de visita en La Habana. 

Antes de viajar estuve leyendo blogs de turismo, algunos hechos por cubanos que cuentan con qué se va encontrar el visitante que llega por primera vez, algunas recomendaciones y consejos que resultan muy útiles al final de cuentas.

Sin embargo nada se compara con caminar por las calles de Centro Habana, la Habana Vieja o El Vedado, hablar con la gente y compartir un rato de sus vidas.

Creo que todos tenemos una opinión idealizada de Cuba, la revolución, el socialismo y montañas de información con la que somos bombardeados todo el tiempo y eso nos empuja a tener una idea (personal) y una posición ideológica al respecto.

Dejando de lado la Plaza de la Revolución, la Habana Vieja, La Bodeguita del Medio, el Malecón y todos los lugares emblemáticos y turísticos de la ciudad, hay una realidad (otra realidad…) que se ve caminando por los barrios más populares.

Decidí borrar de mi mente pre conceptos y hablar con la gente. Hablé con mucha gente. 

Me contaban cosas tales como que un docente gana 4500 pesos cubanos por mes y una lata de pulpa de tomates cuesta 200, que una libra de carne de res o cerdo cuesta entre 500 y 700 pesos, que una persona recibe con su tarjeta de racionamiento 5 huevos al mes y que para el común de la gente el acceso a la salud pública es complicada por la falta de medicinas e insumos.

Un jubilado gana 1500 pesos y algunos empleados entre 4000 y 6000 pesos.

En contraste con la imagen de un Oldsmobile del 50 paseando turistas por el Malecón se puede ver de fondo edificios derrumbados, calles destrozadas, montañas de basura en las esquinas y gente sentada en la puerta de su casa con la mirada perdida en la calle.

La gente en esos barrios trata de ganar algo de dinero de distintas maneras: venden frutas, verduras, cigarrillos, rollos de papel y otros enseres que consiguen, entre otras formas por el mercado negro o “bolsa negra”, como le dicen.

Cualquiera en la puerta de su casa cuelga un cartel que dice “se arreglan ropas”, por ejemplo. 

También conocí a alguien en un bus que dijo ser médico y vivir en Guantánamo y después de preguntarme de qué país era me empezó a hablar de las bondades de la salud pública cubana.

Esta serie de imágenes no tiene una edición particular, casi tienen un orden cronológico y se suceden día a día en los barrios y en las calles, casi como fueron sucediendo.

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